Monday, 22 June 2015

Lectura Infantil sobre La Abeja Eric

La presente historia comienza con la Abeja Eric que cansada de un mal día decide pedir ayuda a una persona, con la esperanza de no ser aplastada. ¿Creen que la persona le ayudará? Conoce la respuesta leyendo y escuchando el siguiente relato.

Este pequeño texto en inglés está recomendada para la lectura de principiantes y sobre todo para niños, ya que esconde un hermoso mensaje de caridad y agradecimiento.


Eric the bee, came to me, One sunny afternoon, and asked me if I'd let him eat, some honey from my spoon.

"I've been buzzing merrily, Collecting nectar up," said he, "Then lost my way, oh silly me, I'm such a weary little bee."

"I'm tired, depressed, I've lost my zest, I want to find my nest to rest. My lunch fell out my stripy vest, Have you some food? Honey's best."

He buzzed and flapped, but couldn't fly, and let out an almighty sigh.

He looked up at his human host, as I drank tea and munched on toast.

"If, for you, I do this thing." I said, "will you not up and sting, me somewhere that I least expect, like on my bum, or knee, or neck?"

Eric said he'd never do, a thing like that to me or you, if I helped a bee this day, He'd just say "thanks" and fly away.

"Okay," said I, and grabbed a pot of honey and put quite a lot upon a spoon and offered it, I hope it makes him strong and fit.

As he ate the golden food, I watched his mood and attitude, and as he took the last bit in, beheld him buzzing with a grin.

"You are so kind," He said, besotted, "Normally we just get swatted!" Off he flew, a blissful bee, to find his nest and family.

Next morning, there, outside the door, ten honey pots sat on the floor, a great surprise, I do declare, from whence they came, I know not where, a curious and strange affair, Who could have left that honey there?
Eric la abeja, vino a mí, una tarde soleada, y me pidió si le pudiera dar algo de comida, un poco de miel de una cuchara.

"He estado zumbando alegremente, recogiendo el néctar," dijo él, "Entonces perdí el camino, oh que tonto fui, solo soy una pequeña abeja fatigada."

"Estoy cansado, deprimido, he perdido mi ánimo, quiero encontrar mi nido para descansar. Mi almuerzo cayó en mi chaleco a rayas, ¿tienes algo de comida? Miel si es posible."

Zumbó y aleteó, pero no pudo volar, y soltó un suspiro muy fuerte.

Él miró a su huésped humano, mientras yo bebía té y comía pan tostado.

"Si, hago esto por ti." Le dije: "¿No me picarás en cualquier parte cuando menos me lo espere, como en mi trasero, rodilla o mi cuello?"

Eric dijo que nunca haría una cosa así a mí o cualquiera, si yo ayudara a una abeja ese día, él solo diría "gracias" y se alejaría.

"Está bien", le dije, y agarré un tarro de miel y puse bastante en una cuchara y se la ofrecí, espero que le haga fuerte y sea suficiente.

Mientras comía la comida dorada, vi su estado de ánimo y actitud, y mientras tomaba el último sorbo, lo vi zumbando con una sonrisa.

"Eres muy amable", Dijo, muy satisfecho, "¡Normalmente solo obtenemos manotazos!" Luego voló, como una abeja feliz, para buscar su nido y a su familia.

A la mañana siguiente, afuera de la puerta, diez tarros de miel posaban en el suelo, una gran sorpresa, declaré, de donde vinieron, no lo sé, es un asunto curioso y extraño, ¿Quién podría haber dejado la miel allí?

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